sábado, 10 de enero de 2015

La Lirio de Palma

La infanta Cristina se sentará en el banquillo como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, y Oshidori la imagina tan apenada como aquella La Lirio del gran Rafael de León. Que el maestro le perdone el atrevimiento.

Por la calle la Amargura
va con su Iñaki la infanta.
La tarde les pinta el rostro
de vergüenza anaranjada
mientras que Palma se enciende
de cabreo y de revancha
contra los fértiles duques
por tener las manos largas.

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